Crecimiento de cebada y malas hierbas en suelos con distintas características

En dos parcelas cultivadas de cebada en Santa Olalla (Toledo) en las que no se hizo ningún control de las malas hierbas presentes, se hizo un seguimiento de la evolución de la vegetación presente en dos estados críticos del cultivo de cebada, tales como ahijamiento y espigado.

Ambas parcelas poseían distintas características del suelo, una, con suelo más arenoso y muy pobre en nutrientes (SP) y
otra, con suelo menos arenoso y más rica en nutrientes (SR).

En el ahijamiento de la cebada, debido a una mayor facilidad inicial de su crecimiento hubo más biomasa del cultivo en SP que en SR. En este tiempo la población de malas hierbas estuvo relacionada con el historial de las diferentes actividades agronómicas llevadas a cabo en las parcelas. Sin embargo, durante el espigado de la cebada la biomasa producida fue
superior en SR que en SP., ocurriendo lo contrario con la biomasa de las malas hierbas. Existió siempre un dominio de la presencia de especies infestantes monocotiledóneas sobre las dicotiledóneas. En el suelo más fértil (SR) la cebada se mostró finalmente más competitiva contra las malas hierbas que en suelo pobre.